Mantra es una palabra de origen sánscrito formada por las raíces, man (pensar) y tra (proteger, liberar). Un mantra puede ser de gran ayuda para mantener la mente estable y ecuánime, ya que proporciona un punto de apoyo que nos estabiliza.
Las vibraciones de un mantra encierran una gran energía que es absorbida si lo vamos repitiendo atentamente. Cuando cantamos un mantra puede modificarse completamente el estado de ánimo y hacer que el cansancio desaparezca, además favorece la concentración.
El mantra más conocido es el OM.
En India, se compara la mente con la trompa de un elefante: inquieta, curiosa y siempre en movimiento. En los grandes festejos los elefantes engalanados desfilan hasta llegar al templo. Las calles suelen ser tortuosas, con puestos de comida. El elefante avanza con la trompa oscilando de un lado a otro, y en un momento dado, se apropia de un racimo de plátanos y los engulle rápidamente. Luego toma un coco,y así sucesivamente. No hay nada que pueda detener su golosa trompa. Pero el sabio domado, si conoce a su elefante, le da una pequeña caña de bambú para que la coja con la trompa antes de partir. Entonces el animal camina con orgullo, con la cabeza alta, sosteniendo la caña como si fuese el director de una orquesta. Ya no le interesan los plátanos ni los cocos, ya que su trompa tiene algo a que aferrarse.
Con la mente puede suceder más o menos lo mismo. La mayoría del tiempo no tiene nada a lo que agarrarse, pero, si le proporcionamos un mantra, podemos mantenerla lejos de todo tipo de situaciones absurdas.
